Monday, January 11, 2010

Fire

Melena despeinada,

en el aeropuerto se reúne con

las ideas que van y vienen, el punto cero,

el no lugar donde ella reza, naufraga

mientras observa el vaivén humano.

No puede sino tomar amaneceres entre

sus dedos de uñas pintadas color nácar

y susurrar cmo en un conjuro mágico-hechizo

que hoy será distinta.

Hoy encenderá fuego a los aviones

y a sus planes inconclusos

para que en la combustión hermosa

los malos amores se retuerzan

y fenezcan consumidos por su fuego

de hembra que finge ser frágil.

El sol en noventa grados, el sol y sus

tentáculos de luz abrasante.

La pista de concreto, y los aviones rozándole

las mejillas.

Los tacones resuenan como el tic tac

tragicómico del posible entorno de

su sonrisa. Del retorno de su alegría.

Claro, quizás se le antoja una marcha nupcial

con la nueva vida que cree, que jura

vendrá a sacarla de allí.

Y la mujer enciende piras inmensas alentadas

con alcohol, su perfume francés y las fotos

de sus amantes pretéritos, que en trozos

trazan por fin el olvido, por fin el degradé

del olvido.//

Cosas Simples

Calma, las cosas simples

remontan su camino tarde o temprano.

Él enciende la luz templaria

y de a poco veo su cara tras

el personaje que se inventó.

Las cosas simples nos tocan la piel

y el roce nos hace pensar

en una vida feliz.

Vislumbrarla como una tibia tarde

en la que no se tiene que hacer más

que leer un par de libros

y recorrer plazoletas.

En pasivo, en pasivo.

La vida será hecha por nosotros,

constituida en sus haces íntimos

por nosotros.

Por nuestras manos ansiosas de entregar

la médula solo por obtener

una sonrisa de nuestros amados.

Él me dice que las cosas simples

nos salvarán de maldiciones arcaicas

y oráculos de ciencia ficción.

Él me tienta con cruzar la calle

con luz roja, con borrarle las sienes

a los que pasan a empujones las calles.

Él me abraza, me contiene en la simpleza

de la contracción, de la fuerza invocadora

y conciliadora

y reunitiva

de un abrazo de dos segundos sin previo aviso.

Calma, las cosas simples

remontan su camino tarde o temprano.//

Caos Bilingual

Presa del mismo mood,

imprisoned in the same humor.

La sumatoria de los días retoma su

insane influjo en mi flesh,

retorno a mi backbone from time to time

para ver the outcomes de la tempestad.

Amerita tiempo, ladies and gentleman

buscarse las propias ideas y hacer algo

purposeful y útil,

useful y decidido

con las víctimas putrefactas

del libelous contorno de la rectitud.

Y no hay aquí en este siglo, señores,

survivors suficientes para levantar

una nueva civilización, todos are back

in their bedtime stories, frightened

like niños por oscuridades nunca conocidas

por el iris humano.

Presa del mismo mood.

Imprisoned in the same humor.

La sumatoria de los días hacks the médula.

It chops into little pieces el poco aire

el poco de aire

entre dos, mil, lungs.

Quién necesita lungs hoy.

Who needs pulmones nowadays.//

Poeta

Los poetas saben de sus pares

Por pequeñas luces que les brotan de los dedos.

Y dejan marcas violáceas

En los fierros del metro, pasamanos,

En las cabinas telefónicas.

Los poetas saben, miran suspicaces

El cielo rojo de otoño, y deciden

El momento idóneo para

Enraizar frases, faustos, versos

En las calles de concreto y hormigón.

Yo lo sé, vi uno un día rascarse la cabeza

En posición retorcida, como

En conjunción con cuerpos cósmicos.

Y me preguntó por qué lo miraba.

Así, con esta misma voz taciturna de claustros

Por qué.

Yo le dije que había visto la lumbre de sus dedos

Y la risilla que manaban sus pasos

Por la acera, una risilla violenta e ingenua.

Violenta e ingenua.

Que sabía entonces que él era un poeta.

Y él me dijo, mientes niña, mientes.

Y prendió fuego a neumáticos y versos

Que colapsaron el tránsito de esa Alameda.

Entonces se fue, la risa que lo secundaba

Y la lumbre, las luces pardas

Aterrizaban aún en mis pupilas.

Los poetas saben de sus pares

Por pequeñas luces que les brotan de los dedos.

Pero lo niegan. Lo niegan.

Es por eso que quiero ser poeta.//

Tuesday, January 5, 2010

Ex de Abrupto

Era cierto. El amor pasado
es acritud de pálpito de sapo.
Memoria, cae el recuerdo,
memoria.
Lenta, impertérrita.
Lenta, impertérrita.
Lerda, impertérrita.

Era cierto. Las parejas que quiebran
son girones de piel que alguna vez fueron
La misma tumba de pasiones
fuego, llanto y gritos.
Todo acaba lentamente
como cuaresmas infinitas.
Lenta, impertérrita
Lenta, impertérrita.
Lerda, impertérrita.

En el pasado se devanan
pétalos de rosas olvidados en el cronos.
de otras latitudes.
Así es fácil olvidar, así
con el alma despedazada leyendo
poesía neutra y diarios cómicos.
Si alguna vez te amé que eso quede
entre estas dos avenidas, entre
estos dos almacenes de fantasías.
Que quede allí, mezclados con vaporosos
recuerdos.

Que sí, la gente ama el desplome
de catedrales en vivo.
Ama cuando destiñen las cosas
bajo lluvias torrenciales.

Pero todo era cierto.
El amor pasado es solitud
de farol en carretera austral.
Memoria, cae el olvido,
empapa, cercena, memoria.
Lenta, impertérrita.
Lenta, impertérrita.
Lerda, impertérrita.
Lerda, impertérrita.//




Por tu culpa.

Motines

Las páginas escapan a mis palabras,
la hoja en blanco murmura a mis espaldas,
calumnia mis buenas intenciones
y certezas poco cimentadas de plástico
biodegradable.

¡Palabras en el cénit de ondas traviesas!
Soy yo esquivando como un mosquito
vacuidades insondables propias de
un alma anormalmente vasta tendiente a
la viscerología.

Pierdo versos en los laberintos mal cuidados
por el tiempo y los malos amores.
¿Y cómo rayos escribo ahora? Mi lápiz en fuga
me niega la movilidad de la frase
y abrasa mis dedos como queriendo mutilarlos.

¿Es esto un motín de mis insumos vitales?
Tiemblo ante la huelga sobre mi escritorio.
Los libros se cierran, amenazan con piromanía
de los mejores pasajes de Bolaño y Woolf.
mientras celan su contenido con espinas en el lomo.

Los lápices reprimen mis manos con sus saetas filosas.
Los cuadernos quieren revelar en alta voz
mis secretos de bitácora a mis poetas enemigos y a mis
antiguos amores. Las palabras desesperan, en vibrante conmoción
se violentan dentro de mi mente en cuatro patas.

¡Palabras en el cénit de ondas traviesas!
Si ya no puedo graficar el contenido de mi alma
¿He de explotar bizarramente por dentro?
¿Qué hago si no escribo? Pierdo escamas de mi piel
como árbol de otoño, como naranja recién pelada con los dedos.

El tiempo en derredor a mano armada,
el fervor de la gresca me arrincona, debo ceder.
Un salario justo, vacaciones debidamente cumplidas
mientras cedan a los caprichos de mi imagología
y mis pertencencias cardíacas desveladas.

Armisticio firmado, palabras en cauce tranquilo,
me sietno en mi escritorio para desarchivar
memorias, desclasificar emociones y revelar mi
intermitencia por medio del lenguaje encriptado
del canto versado.

Mientras no se amotinen ni mi palpitar ni mis
pensamientos en torrentes cósmicos,
la humilde escribana se abocará a la temible
travesía de escribir.
La teatralidad multiforme del escribir.//