Thursday, March 25, 2010

The Book Despiser

He took away all his books

just 'cause they reminded him of me.

And I don't know why he did so,

since knowledge has no fault,

since literature is not concerned

with the casualties of love.

I imagine him recriminating Shakespeare

and his squared shape for the miserable

memories of a broken heart.

Isn't Shakespeare himself a broken-hearted,

a crying spirit through Hamlet's pages?

Oh, Shakespeare is faultless

about the penances of love.

Don't blame the naiveness of a book

for spelling, ghosts, ghosts, my name

in fiction and action, in words

of passion. My own leisure, my odd

passion became your exile to memories.

And all characters in them, words printed

in different typographies,

you make them flee to the

miserable condemnation of

dust.

I don't wanna imagine

what would have happened

if his dog had reminded him of me.

Thank God I don't look like one.//

Where the little things are hidden

I think of words as if

I were gathering fruit.

I look at their shape, whether

they are graceful to my lips

or not.

Playfullness in my vocal chords,

the imagery of a little God.

I smell curious the surface,

the fresh perfume of the signified.

Won't bite it till the mixture

of letters in the very air seems

delightful to my picky skin.

And the waves of mimicry, like fireflies

like fireflies begin to dance,

to make vows to my expresiveness.

Eager to taste, the fruit whispers

to my senses, and finally I bite,

I bite the outcome of my choice,

delighted by my voice pronouncing

flavours, the miracle of

communication.

Nurtured by vocabulary then comes

the pleasure of the signifier,

the knitting together of moonlight,

brain breeze and these words,

my words, odd words,

in this unusual cluster

of sensations that just like

sunshine, just like dawn

appear to remind me the simple joys

of writing, of life.

Sometimes I get to discover

where the little things are hidden.//

Lovers and Storytellers

This story goes backwards

and is not that easy to tell.

Pienso en la gestación de ese,

mi pequeño sueño de celofán,

cuando me perdí en galerías de antiguedades

sin etiquetar, y la brisa completó todo,

mi confusión rayando en la abstinencia

o en la inocencia del sinrazón.

This story goes backwards

and is not that easy to tell.

Como galopando entre flechas que arden

con los rayos del sol a mediodía, entregué

mi piel al ángel de la esquina, que me dijo que

siempre estaría allí con mi secreto.

Siempre allí con mi secreto en papel de diario

apretado entre sus brazos níveos.

Desnuda, solo la calibración del viaje me agotó,

y las sombras de mi malicia oculta mostraron

la punta de sus trajes como advertencia,

como advertencia de mi potencial

epifanía.

This story goes backwards

and is not that easy to tell.

Ellos son, grité más tarde. Ellos son

la razón de mi desvelo. Las estrellas

me mostraron la cara de quienes conocen del amor,

eruditos escondidos en lo alto de las copas

de los árboles de las plazas. Besé sus manos

y ellos me abrazaron como si entre nosotros hubiese

simetría de sangres. Los pájaros me dijeron

por fin, por fin los encontraste. Y ellos te encontraron.

Loveology, teorías celestes y la lectura de ojos

aprendí con el minutero al revés. Todo al revés.

Porque sí, niña tonta. Esto va al revés.

Las raíces al centro, y tu corazón mediante.

Hagamos florecer marchitancias extremadas

y el retorno a la semilla, a la sencilla germinación

de tu sueño que traes en papel celofán

y que ahora nos vas a contar.//

Mr Chaleco de Lana

Mr Chaleco de Lana

mira a todos lados solo para encontrar

resquicios de sonrisas en alguna cara.

Quizás se haya encontrado con la mía, y yo

ante la perspectiva de calma y soledad

proyectada por su mirada, me azoré,

bajé la vista

y procuré ignorar su baile, mientras

en el ajetreo del viaje

de a poco mis células sincronizaban con él.

Vestía un chaleco de lana de alpaca,

y en los bordes animales altiplánicos que como

en un documental caminaban incansables

por mesetas vacías, donde el sol

se pone muy temprano y solo te quieres

abrazar a algo, abrazar a alguien.

Por mi rabillo pude distinguir su fuente

de música cósmica que lo hacía rodar en vaivenes

perpendiculares al suelo, incluso entonar

dialectos extraños.

Por el rabillo, porque me daba miedo

enfrentarme a su chaleco, le seguía la pista.

Y si su tramo era igual al mío.

Mr chaleco de lana

abordó el mismo tren que yo. El mismo vagón.

Y si lo celestial no existe, bueno, fuie mi idea

mi propia ilusión la que hizo que imaginara

su mirada entornada en mi figura discreta

y desgarbada de robasueños.

Las distancias fueron mínimas, travesaños

milimétricos, travesura de mis pies inquietos.

Estaba tras él mirándolo en reflejos de espectros,

en hielo como espejo, aire como espejo.

Y empezamos un sencillo juego de causas asimétricas

porque no entendí si ese empujón

fue adrede o paraverbal.

Lo secundó otro, y una graciosa secuencia

me hizo pensar en que quizás

existe lo celestial.

Y que Mr chaleco de lana, rey del altiplano

y los fonos cósmicos

se había fijado en mi inusual ralea

como yo me había percatado de la suya.

Y a pesar de que la estación destino fue la misma,

multitudes que lo buscaban

se atravesaron groseras frente a los dos.

Tuve que volverme aérea, y en un haz de aire

pasé a la multitud y volví a su lado, justo en el cruce

justo en el cruce de las vías binarias,

que como un millón de hilos en una madeja

dejaban la posibilidad de cualquier camino abierta.

Y el tomó un camino, yo tomé otro.

No pude desdecir a los ángulos opuestos,

y lo dejé ir.

Mr Chaleco de Lana se fue lejos

con sus fonos solares y su altiplano de lana

se fue.

Y yo me fui a clases mientras el día gris me abrazaba

como me hubiera gustado que me abrazara él.//

Generación Unidactilar

Probablemente siento exactamente

la cosa contraria al minuto anterior.

Y pienso silogismos que se contradicen,

y establezco paradigmas opuestos

a los correspondientes a mi generación.

Si crío libélulas entre mis libros

es porque mi propio reino nace

de las cosas más inesperadas.

Y claro, luego ellas vuelan

mientras tú te preguntas por la magnitud

de su vuelo.

¿Quién dice que mis cuentos

deben pertenecer a estos tiempos?

Si interpreto cánones medievales,

o si justo piso espacio intersideral,

no ajustes mi reloj a la hora de nuestra cita,

que pierdes tú más que yo.

Mejor tú que yo,

te haces a un lado mientras mi rapsodia

recién comienza.

Y la cosa contraria a lo expuesto con toda

antelación

desfila ante tus ojos.

Si perteneces a la voz de tu generación,

mucha suerte, tendrás que calcar muchas

consignas en paredes. Nada comprometedor.

Nada original.

Mientras yo destruyo, y pienso exactamente

la cosa contraria al segundo anterior.

El latido contrario al segundo anterior.

Esta es la marca personal

de mi propia época.//

Wednesday, March 10, 2010

Healthy Cordiality

While I was ripping up antediluvian books

you caught me in one of those little passages

that resembled gigantic mazes.

Without a trace you tended to hide,

without a trace, whithout any grace

you seemed a little wingless sparrow,

wingless, motherless, shelterless.

Will you still keep on calling yourself

a happy man?

Will you still hide as an afraid ant?

I continued ripping up pages, tones of pages,

leaving my perfume between the lines of

torn Shakespeares and Austens.

I chuckled suddenly, Love I recalled.

Love I recalled.

Your shameless ignorance, I forgot.

Your human, I remarked.

But will you still keep on calling yourself

a happy man?

Does a happy man hide whenever he is trapped

inside mazes of convoluted memories?

Galleries of awkward moments

now show up.

Stop hiding.

Stop hiding,

you little man.

Why are you so sad?

Why are you miserable,

you, little man?

I wanna hug you just because of

healthy cordiality.

My personal healthy cordiality.//

Espero se supere.

La Armónica De Papel

Música de una armónica de papel,

Entre los edificios yace el perfume

Dislocado, casi idóneo, anhelado

De lo preciso, de lo esperado, precioso.

Me gusta el vértigo de lo incesante – inminente

Sobre los párpados, tic travieso,

Tic nervioso del retorno al pánico escénico.

La sorpresa está en la sonrisa al borde,

Justo al borde de la esperanza.

La sonrisa está en la sopresa al borde,

Justo al borde de la mesa.

Con la amiga instintiva de la mano

Se abre un conjuro, sabido pero olvidado

De la alegría del ciego que cantaba en la

Tormenta. El espíritu alado atento a la

Música. Los organilleros atentos al alba

Y a ese perfume que es vida,

Vida bulliendo como nubes nuevas

Sobre el caminante que sabe que su senda

Es la vía correcta.//

Mr Cold

Es la ironía estacionaria

Propia de las almas corruptas. Es hielo.

Es estepa fría en plena ventisca.

Entonces te reconoces desnudo e inocente

Frente a la multitud. Y lo gritas.

Y lloras como si vieras tu propio sepelio.

Es hielo.

No quise asustarte, Mr Cold.

No es mi propósito. Las últimas vías del tren

Son las más aciagas del recorrido.

Y me veo desnuda e inocente entre tus manos,

Vulnerando mis paradigmas como si se tratase

De ventisca. Es hielo. Es tu hielo.

Es tu cielo manando frío, se rompe el santuario

Y se triza la vida como la débil escarcha

Bajo los pies.

No quiero asustarte, Mr Cold.

Es solo el invierno que no podemos asir.

Conversaciones que no podemos hilar

Como si viviéramos en medio de la

Estepa fría. Sin techo. Sentados ambos

En un sillón cubierto de copos de nieve

y yo te hablara y tú me gritaras

que estás sentado aquí como mirando

tu propio sepelio. Y el hielo arde

porque yo quiero que arda.

Y tú ardes porque yo quiero que ardas.

Ironía estacionaria, nada más.//

This one goes for you.

Dos Minutos Para Las Siete

Se me acabó el saldo de amor. Ayer

una adivina marcó una crucecita en mi cuello.

Me hizo cosquillas. Comprendí que

ya nada me salvaría de los arcanos

lanzados sobre mi cuerpo sin malicia eso sí,

sin malicia. Esto me lo merecía.

Debía ya saber dormir con las pupilas vacías

como esperando llover.

Y se me acabó el saldo de amor. Mañana

presiento será un día de vacíos. No sé.

Alimentar palabras con migas de pan

en una plaza. Y descubrirme a mí misma en un acto

ciertamente desesperado. Pero me lo mereceré.

Si el tiempo juega con mis pestañas tiesas

que así sea. Que se queden tiesas por

la eternidad.

Y revoloteando, fingiendo jugar, ocultando resacas

de milkshakes en cafés literarios escuchando poesía

sola. En una mesa, yo sola. Revoloteando

como llevada por el gentío acelerado, voy

reconstruyendo, rearmando el cuento, álgida la batalla

contra la mendicidad de sueños, pero en eso

pienso que sí tengo amor, ahora no del tipo

que tú esperas. No de la ralea que tú deseas.

Sorry about that.//

Crippled Vallentine's (Los Momentos)

Remember when I made up fantasies

and you used to laugh at my foolish ways.]

La justa celebración viene de la mano de

Un vino amargo en una copa rota.

Un globito abandonado, medio desinflado

Y semáforos que titilan, que se apagan totalmente

Justo cuando yo voy cruzando la calle.

[Remember when we met and danced by

such sparkling stars that we thought us

the neighbors of Glory.]

La justa celebración de este día es

Observar danzas nupciales a lo lejos

Con flores secas en la mano. Flores de otros siglos.

Flores anacrónicas espejo de almas varadas.

Y retornar al tiempo de sumergirse en lagos

De algodón solo a parir sueños, sin sangrar más.

Sin sangrar más de narices ni ojos ni oídos.

[Remember when we talked of fools and kings

dressed like ‘em, but torn apart wisely.]

Y brindo con mi corazón encinta, con la

Noche acariciándome las mejillas, y con la

Música de mi nacimiento desgranándose en sus

notas ante mis ojos átonos. Así celebro

yo el amor simple, el sacrificio en solitud

a la pureza de los momentos.

La flor crepitante que danza en el viento

Y su dirección silente entre momentos.

Mi cuerpo disectado entre momentos.

Mi vida mosaico de momentos.//