Thursday, January 6, 2011

Velorio de Buganvilias


Lloramos toda esa semana

a la princesa más fea de

toda la cuadra.

Machis y misioneros rogaron por su alma,

sacrificando ranas y cardos para que su cuerpo

resistiese la corrupción

del subterráneo.



Mi madre decidió llevarme a ver el velorio

porque éramos susceptibles

a las iras de la mafia de la fruta y los secretos.

En un salón de fiesta adornado con

una muchedumbre de ramas de

buganvilias parlantes miré cómo la gente

trataba de mantenerse erecta mientras

o rezaba o pedía favores a

la princesa muerta.



A ella le gustaban la buganvilias, de hecho

su vestido era de color magenta

ese día.


Y no era tan fea, solo alguien

le había puesto una máscara para que

se mezclase mejor entre la gente.

Y no lucía tan frágil, y no lucía tan

estampa mortuoria como me la habían

descrito.



Y nadie decía por qué había muerto.

Se rumoreaba que había tenido sexo

por primera vez

y le habían robado el hibisco que llevaba en el pelo

antes de que tuviese un orgasmo.

Que era el primero pero al final no fue.

Y ahí se había muerto.



Sentí pena por ella mientras

los brujos sacerdotes cantaban a la luna

en algún dialecto muerto

entre el cielo abierto

y el barrio que lloraba sin saber en el fondo

el porqué.



Quizás la princesa más fea

sí tuvo el orgasmo y ahora dormía

en los brazos de su hombre.

Esta solo era su cáscara, me dije,

y me gustó pensar

que todos llorábamos a una cáscara inerte

mientras las buganvilias seguían hablando

y cantando a sus anchas.



Porque ella sí había logrado escapar

en la entrega de ese hibisco,

en el regazo de ese orgasmo.

Había logrado huir de su piel

y sin embargo nosotros seguíamos allí



y ya nunca escaparíamos

como ella.

Y ahí fue entonces

que lloré.//



City Skyline


I confess: this is the first time

I can see the city skyline.

I guess I was just too little, just too simple

trying to figure out how it should look like,

how it should shine and shine and get dark

and my eyes would gather all the secrets

the city kept for itself.


I guess I was a bit of a sleepyhead,

a bit of a scatterbrain

in my little candy dreams.

Pulling my thoughts into the easiest way

to paint the skyline

the way I wanted.

But what I really longed for

was to see it through.


But I opened my eyes in such a way

that all my crafts and fantasies

were finally gone.

And my anxiety was done

when you finally came into my solitude.

And you gave me a ladder

I climbed,

painfully I climbed,

reaching out the window

(and I was so little, so little)

and looking up, looking up

with my eyes wide open

and you beside me



And I confess: this is the first time

I can see the city skyline.

It looked like my fearsome fears

but I was not afraid.

It looked like the bottom of my tears

but I was not that sad.


Somehow

it will always touch the sky

even though it may be merely an

optical illusion.

Somewhow

it is just too close.


The city is the limit.//

Prince of Caleidopia


There's a prince running countries

as little as bubbles

as ungraspable as airwaves

as powerful as shooting stars.

I met him in a dream and the dream

turned into flames in my eyes

and he was in front of my souls

stealing all things I knew back then.


This prince is nowhere like

anyone you've seen before.

He has brand new perspectives

protected by his glittering eyes.

And the tenderness of simple souls

like barefeet children with huge balloons.


They say that he is a magician,

but I've really seen him turn wild waves

of music into hugs, looks, moments

and little flowers intertwined

with memories.

He makes sounds rise from the ground

and fly to your desires.

And songs from ancient graves

come alive with his warm touch.


He is the magical musician.

He is Mr Caleidoheadphones,

the Prince of Caleidopia.


But I'm the only who sees him

and seeks him for I'm a victim

of his charms. Like a dream.

I've seen his midnight lights

and I'm in love, bewitched.


I've seen Caleidopia.

It is right within himself.

But I'm nothing like a princess,

he turns me into music,

beautiful music

everytime I kiss his lips,

everytime I'm by him

everytime I love him.//

Pregunta


Estornuda mi alma frente a

los tambores ajenos de corazones

tan distantes, tan distintos.

Repleta la piel de preguntas,

¿cuántas magias has guardado para el invierno?

Si entre cristales recién se vislumbra

tu valía, ¿quieres que te abrace entonces?


No me digas en la ciudad

se consume todo en piezas de fuego.

Que no, no quiero creer que el sol brilla

solo para los poetas más abyectos

en sus madrigueras.


Porque me gustan tus galaxias, aunque

pequeñas y un poco mudas, me gustan

sus escondrijos brillantes, ¿es ahí

donde residen tus confesiones?


Y al borde de la banca de una plaza

estornuda mi alma de nuevo

frente a carnavales distintos a lo distante.

Y siendo ya invierno

comparte tus magias conmigo

mientras tras tus ojos se forma tu primera

verdadera

pregunta.//

This Blue Shelter


El reflejo en histeria, el reflejo

De todas las cosas del mundo viene a mí

Desteñido, unicorde, negro y brumoso.

Y justo cuando pienso

En los pequeños piquetes mortales de mi corazón

Pienso en tu nombre como el nuevo hechizo

Al retorno del azul.


Y de inmediato está el viento

En su augurio azul vistiendo mis ojos

En tu aura ingente y risueña.

Y luego son la música y el cielo conmigo

Otra vez en dueto por el poder

De tu creación. Nacen acordes

De tus pestañas, labios, de tus párpados

Cuando fabricas sueños.

Y yo los recibo y vuelvo a respírar.


Entre mil burbujas reinas

Y en cada una un reino de arpegios,

De sonrisas,

Cascadas de mar en degradé azul.

Y me buscan.

Me rodean

Para guiarme en mi camino

Hacia el sol.//

Tumbas y Carnavales


Ayudé a un hombre a escapar de su tumba

mientras a lo lejos el carnaval de la sordera

ardía su pira de incongruencias

y ya nadie abrazaba a nadie.

Al hombre le faltaba una oreja y su carne

medio gris, medio fangosa

lucía menos tétrica a la sombra lunar.

Y su esqueleto era adivinable en un entramado

de formas abruptas, ¿un infortunio?

Necesito reparar mi reloj, me dijo

su voz como ronroneo subterráneo y oscuro.

Necesito reparar mi reloj para que se detenga

en intervalos rápidos, pero nunca

nunca toque exactitudes.

Y eso a mí me sonó a un balbuceo barbárico,

porque

para mí el tiempo es

una estación inamovible e infinita.

¿Por qué reparar un reloj para mentir?

Entonces el hombre, reverencia presta

y tomando su sombrero

corrió al carnaval a mezclarse entre los

sinsabores de los tambores y el sol

mientras la gente ardía, volaba

y vomitaba conceptos prohibidos.


Y yo me quedé allí

esperando que otro hombre

tratara de escapar de su tumba

para ayudarlo a salir,

para que me diera algo en qué pensar

y luego verlo irse al carnaval.


Todos los muertos son iguales.//


Ciudades Flotantes

La trayectoria de las ciudades flotantes

en actitud espirálica contrae los músculos

de los observantes que en un descuido

piensan en otros mundos como en otras latitudes

como en otros espacios de sueño

mientras el concreto avanza como danzando,

la señalética en verborrea aérea juega

al ventrílocuo con el aire, con el cielo, con

la faz de los peces al vuelo.

Son un París, un Moscú y un Madrid

planeando fuegos sin gravedad de citadinos

plenos de volátiles palabras

mientras los anclados al suelo roncan sus

fugacidades, encuentran que no hay

distorsión posible a la vista

que la trayectoria de las ciudades flotantes

que remarca un zigzag eterno, vaivén en péndulo,

alma sin obstáculo y donde muy de cerca

las bestias aéreas guardan los ecos de la ciudad

en su garganta para despertar los mares azucarados

del fin del mundo

y ser nosotros quienes contamos la pequeña historia

a lo árboles infinitos de nuestros

pequeños abismos.//

You To Thank (Cautiverio Feliz)

Me muevo invariable, y lo sabes.

Sabes que levanto polvaredas en mil soplos

que doy a las cosas, no descanso sobre

mis palabras, sino que las hago flotar

o perecer.

Flotar o perecer.

Voy, voy, voy a oscuras sobre danzas que no entiendo,

me transformo en lo que no entiendo,

mudando mi piel y mis conceptos mientras baja el sol.

Me muevo inconstante, y lo sabes.

Gracias por no dejarme ir.

¿De qué manera me has atrapado?

Eres experto en atrapar el aire donde no reposa

la oscuridad. Cómo es que viste luz en mí,

pequeña rapsoda de poesía inútil.

Encendiste un candil sobre mi cabeza para seguirme.

Ataste flores a mi espalda que se hicieron parte de mi piel.

Alejaste con tus trucos el atardecer de mi

inconsistencia.

Gracias por no dejarme ir.

No entiendo de dónde cultivas paciencia.

Me dices, es el amor, pero mis ojos se pierden

en la infinitud.

¿Y cómo es que corriste más rápido que yo

para evitar que me fuera de bruces al suelo?

Y por más que abro mis ojos enormes los misterios

se guardan, se retraen, se encojen.

A nadie ya importan, me dices.

Y te respondo

Gracias por no dejarme ir.

Porque estuve tantas veces al filo

de dos mundos. Y en uno había gente

sin invitación esperando verme caer. Y llorar

para festejar mis lágrimas.

Y en otro eras tú cazando la única polilla

entre un océano de mariposas.

Y hasta allí llegué descalza.

Y allí me envolviste en fantasía

para habitar en este cautiverio feliz.

Gracias por nunca haberme dejado ir.//

Ziggy

De alguna manera tengo que avanzar.

Atada a burbujas siderales,

cometas subsolares,

pero de alguna manera tengo que andar.

No me basto de mi pedestría,

De mi cobardía, ¿ves?

El viento exige más cosas.

El viento es el eco de Dios.

El velocímetro dispuesto.

Y que sí puedo ser flotante,

navegante,

cosmonauta.

Solo debo seguirle los pasos

al centro solar en el momento

de mayor traslación.

Y ser puro corazón.

Sencillo y rápido en su fugacía

como los pequeños planetas inexplorados.

Déjame ser aire turista,

aire viajante,

y guiarte en soplos insistentes

al revés de la luna

donde todo es sueño.//

Skin Collision

The single touch like an

intense wave over us.

What is there written upon your skin?

My dark secrets lying there, in your arms,

in the light of my desire.

Complexity,

simplicity,

harmony.

I'm overwhelmed

by the power of

sincronicity.

How can it be so perfect?

How can you dream such dreams

in the arms of your beloved one?

Lights turned off, spotlights

over our skins.

Air over sheets, slow motion.

Touch.

There's nobody else but me and you.

The single touch, the kiss.

Intensity and movement. Collision.

Omission. We used to be two.

One skin omitted,

is it yours or mine?

Mixture, plasure.

I whisper my secrets and take them

into your chest.

I crossed all boundaries

of discovery

just to be yours. Just to be read

in your own dialect.

Then there's music in the bed.

and we know we changed.

We've changed.//

Piel Tragaluz

Reitérame en la cama mi propia forma,

dibuja mis contornos entre las sábanas,

porque así como tú conquistas, yo recuerdo

mi propia piel.

Solía tener solo conciencia de mis sienes,

no sabía que sensaciones ardían en mi contorno

esperando ser presionadas

al contacto de tus manos.

Hay jeroglifos escritos en toda mi carne,

me dijiste. Tienes los misterios

del universo en tu silueta.

Y lo que siento se ríe de lo que pienso,

mientras bailan en el aire las sensaciones.

Y la voz ya no esboza un sentido, sino lo sentido

se apodera de la garganta, y emito cantos

de fantasmas y fuego que solo

tú entiendes.

Y sigues presionando ondas táctiles,

efectos propios del roce de dos pieles.

Recuerdo que soy sangre, y que soy yo, y que

soy una mujer puesta entre flores y luz.

La sombra de tu piel sobre mí

transmuta todo lenguaje en vías al placer.

Noche es día y dos son uno en medio

de un ir y venir tibio.

Te pido que renuncies a reinos más grandes

porque ya tienes mi cuerpo concentrado

en tu deseo, y haz diseñado ésta que es mi piel

descalza y sin entramados.

Es preciso que me tomes

y que en esta cama desnudos por la lluvia

seamos uno solo,

porque yo ya no necesito mi disfraz, ni tú

necesitas el tuyo más. Ni mi voz sin que

nadie quite sus capas.

Nadie más que tú.

Reitérame mi propia forma en el tragaluz de

nuestros deseos, y reitérame al oído

la ruta de mis contornos

y cómo el amor respira en ellos

tanto como en tu piel que acabo

de conquistar también, sin que

te dieras cuenta.//

Bóveda Celeste

Recursos son pocos cuando se quiere construir

una bóveda celeste propia

en el jardín del imaginario personal.

Siempre me lo pregunté, leí manuales

encriptados y escuché a curanderos,

pero nunca tuve la esperanza

de construir ninguna. Tenía flores,

tenía estrellas acumuladas desde que tenía

tres años, porque una vez ellas me hablaron

y voluntariamente aguardaron en mis cajas

a que les construyera su nuevo hogar.

Nunca lo construí porque de una u otra forma

el miedo aguardaba en el jardín de noche,

y yo tenía miedo del Miedo.

Eso era. Siempre temblaba a medianoche.

Las flores se secaban, las estrellas desesperaban

y su luz destilaba fuego que envolvía la ceniza

de la espera mientras yo me perdía en laberintos

de lágrimas. Nunca pedí ayuda, nunca pensé

en pedir ayuda.

A veces me quedaba entre bóvedas oscuras

preguntándome si mi cometido no estaba errado,

si quizás la oscuridad debía serme más útil

al segundo que la luz. O si quizás nunca debí

haber juntado ni estrellas ni flores, sino otra cosa

más útil, más útil como

el silencio.

Y nunca pedí ayuda.

Pero entonces llegaste tú justo

cuando yo inventaba una historia sola,

la recitaba en voz alta solo para mí. Entonces

tú te sentaste a mi lado, me escuchaste y me dijiste

constrúyelo.

Y yo con la impaciencia de tu mirada, como una

extraña invitación procuré construir la bóveda celeste

más colosal de todos los jardines

jamás ideados. Me ayudaste a despertar a mis estrellas,

avivar las flores y recoger sueños que se estaban

gastando en mi retina cuando yo prefería contar

historias tristes.

Y una vez

que la bóveda estuvo lista

vivimos allí jugando con estrellas y oyendo historias

y contando flores mientras

somos nosotros una estrellas más, y una flor más

de nuestra bóveda celeste.//

Clarividente

Mundos terceros me preguntan por el rumbo

de ciertas cosas que en realidad

nunca percibí.

Gentes pequeñas quieren que les enseñe

esos trucos, esas preciadas disturbias

para conciliar el sueño.

¿Notas en mi rostro que no he dormido hoy?

He pedido a Dios tantas cosas, tantas

cosas que he dado por ciertas

en bóvedas celestes apartadas de mis cielos

chicos, como semillas, chicos, como palpitares.

Y han sido tantas que me avergüenzo de lo chica,

lo chica que me he vuelto bajo el sol

y en mi propia falsa presencia.

Pero aún así me llaman clarividente.

Tengo mi casa al borde de un risco,

colgando de un hilo, se mueve con el viento, por eso

sé adivinar en la ventisca las palabras de

consuelo de la vida aérea.

Que espere. Quisiera que en las cosas simples

viviera Dios como esperando

mi amor de vuelta, y nada más.

Que todo lo demás sea artificio humano, y esas palabras

falsa presencia, falsa prestancia.

¡Mundos terceros, aléjense de mis pupilas!,

que no soy princesa de mis propias palabras,

sino que ellas me lanzan a los caminos

buscando que cante. A veces aciertan

y eso por eso que ustedes me llaman

claridad.

A Dios pido su manifiesta sencillez

en esas cosas que nunca percibí

por estar despierta.//

Los demás y el tiempo

Me convertí en un alma escabulliza.

Uso como ocio la introspecta huida en tardes lluviosas

cuando ya no se puede ir a cazar pelusas

de vapor ni cartas aéreas -

Que son mías. Mías y del que amo.

Me convertí en un alma escurridiza.

Pero el tiempo fue el que cambió. En serio.

El tiempo me habló, pasando a ras de mi piel,

pernoctando en el bosque de mis deseos

me dijo que a ciencia cierta y como en versos retraídos

que él cambiaría para deleite de las aves que gobiernan

las copas de los árboles que son el centro de mi espíritu.

En serio, el tiempo fue el que cambió.

La melancolía irrespecta fue otra: se entramó

bajo los rayos de sol que me pasaban por el cráneo,

identificando las penas y siendo perfecta y serena

con tal de yo moverme de nostalgias y sonreír.

Como irreverente y feliz, ésa

me encuentro frente al cielo.

Pero yo no cambié. En serio. Todos ustedes cambian

como prismas desplazados a cada segundo, entonces

la luz del sol los visita pero su respuesta es diversa.

Y mi alma también proyecta rostros diversos,

pero yo no cambié.

Ustedes cambiaron, el tiempo cambió.

Pero yo no cambié. Lo juro.//