Monday, July 2, 2012

Máquina de Sueños





Un sueño que acusa,
un sueño que se revierte en su propio eje.
Pensamos en que lo diferente
viene preciso a auscultarnos
el vientre.
Y lo improviso de todo
es que los miedos salten de la cama
directo a un papel
y un espejo.

La noche como un velo tedio
que no quiere revelar sus ojos.
Cuando un sueño que delata
ata las cadenas más fuerte,
y más fuerte es la fobia
sugerida sujetada a la piel.
Y en un campo todos se encuentran,
todas las memorias se pillan,
se desafían, cogen sus revólveres
y empiezan una lucha mental
que deja un sabor amargo en la mañana.
Y en la tarde
y en la próxima noche cuando se encuentren de nuevo
espada en mano,
mancilladas,
a pelear,
lo bueno y lo malo,
lo que no tiene rostro,
ni punto de existencia,
pero sí maleza,
aspereza,
y algo de llanto.

Curiosamente todos los miedos
tienen tu rostro,
tienen mis palabras en la boca,
y tienen las cosas que se me perdieron
en los zapatos.
Hay hombre reales e irreales ahí,
trozos de otros hombres asidos a
otros cuerpos, rostros
que son una mezcla indecible de todos.
Y él y él y él combinados
y yo en el medio, sintiendo
nada. A lo mejor pena,
pero nada más.
Pero sí algo de miedo infante,
miedo presente,
transmutado en todos esos hombres
que luchan por cualquier cosa
menos por mi amor.

Son memoria, y en la memoria
se desvanecen con la facilidad de la belleza.
Consiguen despertarme, ahuyentar mi vacío,
tendré algún pensamiento que desayunar
en la mañana?
En el iris queda algo de noche
inflamada para el día,
lista para volver a arder
la noche siguiente,
perpetua,
la noche siguiente,
el espíritu silente
de lo que regresa,
la marea que se recoge
pero regresa
a batallar.//

El Otro Fantasma




Te toco el hombro, no me respondes.
Me tocas el rostro, parcial frío,
trémula conciencia de lo perdido.
Somos dos extraños tentando
el último rayo de sol.
Perdidas las sombras, nada no es posible,
ni tanto manifiesto, ni tanto manifiesto,
que me dices bajo la luna,
la gota de lluvia
de una tarde aparte.
Le nuit, le faux nuit,
a quién engañamos
si ya todo está perdido.
Las puertas se cierran,
las alas se desprenden de nuestros ojos,
esta es la realidad.
Volverás a recorrer las calles descalzo
y yo volveré a tejer mis peripecias
recordando que alguna vez te conocí,
recordando que alguna vez soñamos
con la muerte.
Quien cuenta la ignorancia del entonces
suele ser quien tiene
más alma,
pero ninguno abrió los ojos a tiempo,
ninguno dio espacio al momento
del silencio, al beso de los pequeños sueños,
al suelo, al suelo
y al silencio de nuevo.
Puede ser que yo te ideé en mi espacio,
recorridas las calles, ya nada
fue lo mismo,
y ahora te mutilo
como a mi propia creación.
Te ruego también te lleves el eco
que queda rondando en mis huesos
que me recuerdan esa tarde como estatuas,
como planeadores imparables,
irresponsables en el acto,
simples en el momento.

Falling, falling,
ninguno se planteó caer,
pero aquí estamos, aves heridas,
aves congeladas bajo el sol de invierno,
sin control.
No invoques mi nombre,
que no iré a buscarte.
No guardes mis palabras,
que gangrenarán tus manos,
cubrirán tu alma
y la harán pordiosera
de luces engañosas, mentirosas,
guardianas celosas
de una vida que no es tuya.

Pero si me dejas recordarte...
creo que yo siempre guardo un rincón
en el corazón
para lo inconexo.
Si buscas guarecerte bajo mi piel,
solo tengo esa esquina,
llena de fantasmas,
para ti, fantasma loco,
fantasma soñador,
que alguna vez me hablaste de poesía,
y hoy eres sal de frases
que nunca quiero volver a escribir,
pero que se alojan en sueños y gestos
que solo quieren salir,
que solo quieren buscarte
como en una dulce mentira,
en una ciega extrañeza
de un vivir paralelo.//

Ríos




Una pequeña mariposa,
un rocío de mariposas
sobre los ojos.
Quien me quiso y quien se va,
quien bendice mis pasos,
y quien quiere mi piel
alcanzar.
Un llamado de ojos,
un llamado a las armas.
Un jardín de luces,
un tiempo en medio de un cruce,
en medio de un choque de cometas,
un beso.
Un violín, un témpano de viento,
un ciclo completo
de una voz
en silencio.

Llaman a las manos
a la intemperie,
que reciten, que reciten
al aire, lo dirijan
bajar de las nubes
a mi ventana.
Atrás de la luna se ven mejor
las estrellas.
Aajo de la tierra se ve mejor
la vida.
Se siente la vida palpitar mejor
desde el cielo
que dentro
de los acertijos
en la calle
y al dormir.
Cuando el amigo se hace sombras
y en la casa eres solo tú
cantando a nadie
en la soledad de tu
principado
mínimo
de mariposas de rocío
de luces y canciones
ecos
ecos
hasta dormirse
en los recuerdos.//

Amigo para un Juego de Ajedrez





En poesía
se requieren buenos jugadores de ajedrez.
Cuando la ciudad remite sus golpes
a unos pocos despiertos,
a unos pocos desiertos,
cabe que ellos se junten
en una pequeña esquina a conversar
y a comparar heridas.

En poesía
se requieren buenos jugadores de ajedrez.
Pioneros que desplacen el actuar
al decir y elucubrar.
Y midan en palabras el viento,
en pequeños cuentagotas,
en pequeños centígrados
las vidas de quienes corren
la maratón
y atropellan a los que observan
despistados.

En la vida
se requieren buenos jugadores de ajedrez.
Que registren cada silencio,
cada alma perdida a los pies
de alguna estatua.
Amigo para un juego de ajedrez:
en este juego somos dos estatuas
andantes.
Sobreviviremos a la lluvia ácida
jugando esquemas con las gotas de lluvia
armando crucigramas en la mente del otro
como tejiendo
así tejiendo
una buena amistad.//