Wednesday, April 4, 2012

Reino Femeril




Los finos dedos
tactilan algo
intácito.
Podremos ser mañana
una delicada serpiente
enmarañada
pero enamorada
con las formas
del mundo.
Los finos dedos
taxionan algo
preterital.
Su cintura deviene
en trémulos
pasos de gato.
Que cuando venga
la sequía
quiero que me tomes
siempre
al menos dos veces
en la noche.
Los finos dedos
danzarizan algo
amusical.
Somos mujeres
por defecto amoral,
y si amamos otra mujer
es porque somos
infinitamente
más concientes
del reino femeril.
Los finos dedos
tejerizan algo
eterizado.
Amar un hombre
es abandonarse
en el océano
y que las olas
sean ásperas
esquinas vertas
sobre la piel,
que enrojecida
grita por más.
Grita por más.
Grita por más
silencio.
Los finos dedos,
las finas manos
suavélicas
devocionan
su amor por el viento
su gracia en el intento
de ser
libélula recóndita
en el corazón
de la luna.//

Meeting




The city is my church,
and I'm compelled with every single particle
of the platform that will take me
to another galaxy.
As soon as I get home,
the sounds won't stop beating,
the lights won't stop colliding
till I say my mind's off,
my mind's off tonight.
The city embraces all her sons
with words like metal.
And maybe I have a metallic heart,
a motorized box that keeps my feelings
and keeps every snapshot
of every place I meet
every face I meet
every heart I break.
I can see a trend in the air,
a pattern in the airwaves made upon
the secrets you gather throughout.
And my prayers are there
and they shine on their own
because they are amazingly rebel
to everyone but One.
The city is my church,
and I'm intertwined with every breath
that is breathed in the melody
of a second.
I love my city, and it's me
who will bring it alive
in the back of my hands.
Let's celebrate, let's cry, let's pray
that this city is ours
and that every move
enchains the next one.
I pray next time
I can find the sea.//

La Otoñal




Añoro la conversación
de las hojas secas
en parques desiertos
y en pequeños paseos de veleta
merendar con el silencio.
En plena época solitaria
se añora el beso tibio de la tarde,
se añora un cuerpo familiar
al que recitar
las melancolías.
Pero estas hojas secas
que son mi dirección ahora
saben, saben
cuánto ha sufrido mi fantasma,
y cuántos fantasmas me siguen
en el cielo abigarrado,
rojo sangre
y gris estepario.
Sus conversaciones y susurros
siempre tranquilizaban
mi alma enferma.
Y ahora las añoro
como amigas paralelas
de otras épocas
para que me escuchen llorar
por dentro.
Hoy soy del otoño,
el otoño que ha cazado
mi cuerpo,
lo disecta
y lo obliga a mirarse
y a alienarse
desnudo al frío.
Luego de ese momento,
quiero con las hojas charlar,
probablemente ellas saben más
más que yo
de decadencias.//

Faros



Distintos faros me llevan
a distintas costas donde
la noche pasa sobre mi espalda.
Quiero ver cuál es
el tiempo perfecto para
cubrirme de la aurora
en el momento perpetuo
del olvido.
Faros arcoiris, a veces
capturan la bruma
y me lanzan a la aventura
de navegar de noche
a ciegas
a ciegas.
¿Quién me sentirá cambiar
en la orilla del mar?
Dime si me escuchas,
pon la luz del faro
ante mis manos,
que yo me asiré con fuerza
a tus cambios.
Y lánzame el viento,
que si estás yo sabré esperar
tus caminos con paciencia.
De qué color son mis ojos
depende del faro.
Mis ojos son del tiempo perfecto,
mis ojos son del momento perfecto
a merced del cielo,
a merced del sereno.
Me desnudo y me visto de luz,
luz nueva que navego
precisamente bajo esta piel.
Y mañana es otro faro,
es otra costa,
es un nuevo cambio
de estación.//

Aqática



Danzar en el agua
es mi predilección.
No me voy hasta que tu boca
desnude mi voz hasta dejarla
sin argumentos propios.
Las luces en el agua
me ayudan a cerrar los ojos,
y en la orilla
se caen a pedazos mis escamas
de palabras,
una tras otra,
una tras otra se hace
el silencio.
Y veo las ondas que pasan
de tus canciones
en el agua
desde la otra orilla.
Algo así como un mensaje,
codificando
uno que otro sueño
en una misma cama.
El agua retoma
mis ansias. Me enclaustra
en proas y popas
de ires y venires
tuyos y míos
de perlas y arena.
Pensar en pocas cosas,
adornarse con gotas
y verte vestido de viento
es lo que me llama a ser
feliz en calma,
feliz en alma
de agua.
Un alma acuática,
un alma que se desliza
fácil por tu cuerpo,
y fácil en vigilia
ahuyentará las lluvias
que entreguen solo ira
en su torrencial.
Y como mis alas juegan
en el agua,
así mi calma es completa
cuando me observas
bailar en el agua,
mientras soy un pedacito
solo un pedacito
del sol en tu espalda.//