Dear Astronaut:
¿Será posible instaurar el régimen
del abrazo neutro?
Es que aún tus abrazos me siguen sabiendo
a invasión cósmica de mi aura,
invasión concertada por la vibración de mi piel
al contaco con tu superficie más neptuna.
Yo que que quería instaurar
la TIRANÍA DE LOS LUGARES CIERTOS,
en prisión de los lugares comunes
y la distancia por el puro gusto de marchitar.
Pero, dear astronaut, se nos agota la paciencia
dentro de estas estrellas que colapsan.
Se nos agota el tiempo, planetas que desplazan
momentos. Nuestro planeta: un momento.
Un abrazo que de neutro tiene complicidad.
Cielos como pantanos refulgentes y tus ojos
como lunas incandescentes de mi reflejo sordo
y la verdad escondida tras la risa,
tras el eco sideral de nuestras risas
y quinientas galaxias como testigos, ¡quinientas!
Cuando me reclamas incierta y yo me muevo lento,
lento, saturnal, lento, prometeico,
y entre tus manos
solo nos queda despegar para ver
que viene mañana.//