¿Qué haces, emperador del hielo estepario,
Qué haces dentro de íntimas escarchas,
Reticente al mismo aire, al mismo que se
Repliega buscando abrazarte?
¿No ves, acaso no ves que tu luz mortecina
Se adhiere a tus huesos, y la fatuidad
De la ventisca coagula tu sangre,
Tibia, mortuoria, tibia, fría?
Tus sueños en fusión adornan tu palacio,
Efigies en hielo de próceres olvidados ornan tu
Habitación. Pero gritan desde adentro.
Se desgarran en su propio cautiverio.
Emperador, si al menos no me miras,
Al menos el cielo espera tu misiva,
Al menos hay almas allá arriba
Esperando impacientes tu salida.
Enviaré mariposas a morderte las orejas.
¿Qué haces, emperador del hielo perpetuo,
Qué haces que no juegas con los niños en el patio,
Qué hacías que te cansaste de verme bailar
Y me obligaste a quemar mis puntillas,
A olvidar?
¿No ves, acaso no ves la ciudad en llamas
Por tu absurda filosofía, la conmoción de
Las flores ante tu propia mentira,
Tu infame ironía?
Cuando veas mi ánima en las nubes,
Emperador de la tundra bastarda,
Cuando entonces el invierno batalle en tu contra,
Verás que de verdad existen sitios
Donde posar la cabeza.
Maybe Spring is still waiting for you
At the other side of the gate.//
Sorry.
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