Wednesday, November 17, 2010

Wanted


Oh, cómo se espera que pase

una estación, tras otra estación, tras otra estación

como en el declive del frió contra la luz.

La misma octogenaria calzando miradas de agua

desperdicia un par de agujas en coser mis zapatos

a la tierra.

Mijita, no vueles, no vueles, que el cambio de estación

es el ciclón más fiero de la vida.

¿Y por qué condena usted a mirar los murciélagos del techo

a la gente más infesta de la ciudad?

La octogenaria recorre los velos de las vírgenes

y me susurra como en un pequeño pasaje bíblico

que todo ha de perforar algún agujero en mi vestido.

Que me cuide, que me cuide.

Y así, estación tras estación, veía a los niños correr

tras el último rayo de sol mientras la comezón de mi alma

y mi canto de soliloquio no mueve a la

octogenaria, nada la palpita en su carne de milenios

en sueños y décadas al aire incalmo.

Desperdicia un par de cuentos en hacerme

soñar despierta como en un insomnio controlado,

desperdicia vida en buscarme mi filosofía

encendida cuando perdí lo mejor de mis ojos

tras las rejas del viejo París.


Oh, cómo se espera que pase

una estación, tras otra estación, tras otra estación

hasta que la continuidad se gasta frente a los ojos

de harapo y los suspiros se hacen polvo

y las cosas se hacen frío que quema la lengua

y ya nada, ¡nada! es pronunciable.


Entonces es mejor soñar imaginada en un techo

con otros puntos en el orbe estrellado paralelo

mientras la octogenaria duerme a mis pies.//

Vie en Bleu


Las cosas más simples se encuentran a tus pies

y las encuentro atadas a tus pensamientos que entonces

me cuentas a la sombra de algún árbol sin su estación.

Aferrados mis ojos al encuentro de los rayos de sol

con las hojas al viento es que pronto se me pierde

todo palpitar, cuánto palpitar cuando gobierna al aire

el pequeño miedo en sus tragedias de diario.


Te piedo entonces, házme olvidar que soy de agua,

que soy un conjunto de burbujas en espera del vuelo

a la menor provocación.


La gente siembra sus frases hechas en mi camino, y

tropiezo con las cosas más increíbles,

un cliché, una ley, un racimo de cosas que no debe hacer

una mujer incorpórea.

Al otro lado te posas tú y esperas que mi voz

irrumpa entre las sombras de mis enemigos como

cuando tocas mi rostro en medio de los pequeños sueños

que incubo dentro del acuario vespertino

y te digo salta conmigo fuera de este mundo!


Fuera de este mundo donde perecen todas

las causas perdidas para volverse sangre

de nuestras manos hechas para crear.


Ahí te pillo, ahí te abrazo, enredaderas de abrazos

buscando la causa más perfecta de tu luz

y descubriendo que en realidad no hay

causas perfectas ni perfectos pasadizos

instalados en tu cuerpo. No.

Las cosas más simples las encuentro en tu piel.


Y como nunca antes en el cronos de mis suelos

quiero que me lleves.//

Amazement


I was amazed.

The sounds of thunder within your eyes

was a total revelation to my thoughtfulness.

How can you stare at me with such fireworks?

Don't you see I'm a disrupted girl,

distracted with silly sounds down the streets?

I was amazed, nonetheless.

I could watch finally my skin boundaries

just as they are. There were complete gardens

of questions and unexplored deserts.

You saw them all and smiled

as if you were watching the whole of the moon.

And you were amazed.

Cause deep beneath your islands you were naïve as well.

As if naiveness was something to be proud of.


For some reason we were both amazed

by the sound of our thoughts

bumping into each other's skin.

And, pure enough, happy enough and about to cry

we started chasing the little shooting star with no name

which visits our beds whenever we feel

not quite amazed and maybe quite jaded.

Not quite amazed and maybe frustrated

since we refuse to forget.


Forgetfulness is the amazement

by little kisses in the forehead

and the sunbeam games at dusk.//

Sueños-catapulta


Me soñé haciéndole el amor al mar

en un continuo de olas y rayos de sol

que aumentaban mi deseo circular

con veleros en mi espalda y sirenas en mis labios.


Y de un sueño-catapulta

me pasé a otro sueño-catapulta

en las estaciones de esa noche infinita.


Me soñé paseando con un traje anti-llamas

buscando un beso en un bosque de quimeras

huérfanas. Nunca llegué al linde a pesar

de que el camino eran límites entrecruzos tejidos

a mi andar.


Y de un sueño-catapulta

lanzada a otros sueños-catapulta,

recorrí la noche en el desorden de mi lecho ínfimo.


Me soñé cavando un túnel con mis manos

en el desierto más pequeño del mundo

mientras pasaba gente vestida con elegancia a mi lado

pateando arena que volvía a tapar mi excavación.


Y ya era anciana y aún no podía terminar mi túnel.


Y de un sueño-catapulta

me lancé a otros sueños-catapulta

hasta que los sueños-catapulta comienzan a poblar

todas mis venas así como una infección,

y ya entonces toda mi vida son sueños catapulta

donde estoy en océanos y desiertos y bosques

en mi lecho de aire, con los ojos semicerrados

esperando el beso,

el beso unívoco

de la alegría sencilla realidad.//