Tuesday, February 23, 2010

La Monarquía de las Mariposas

Mariposas pequeñas monarcas aerodinámicas

Haciendo escala en polos, en reinos que

Muy pronto conquistarán.

Carreteras de aire enlazadas en el viento,

Trazados que auscultan momentos,

Recorren entre los pensamientos de la gente

Posibles reductos de su poderío insectívoro.

Las antenitas se mueven con placer al descubrir

Aún, aún,

Sencillas magias cubiertas de polen.

Establecen los puntos neurálgicos de los latidos.

Ahí, dicen, hay que construir un puente de

Rosas etéreas entre ambos reinos y

Pequeñas callecitas satélites entre las personas.

Y encararlos con sus sueños, proyectar en sus retinas

Sus milenarios sueños

Arrugados entre tantas boletas y recibos.

Encararlos con la concreta armonía del amor.

Susurran, van y vienen entre las sienes,

Entre los dedos confundidos, las penas

Y desilusiones de los citadinos.

Nos muerden las orejas y se paran en nuestras narices

Buscando inocencia en ojos glíteros, en ojos

Dañados por el smog.

Y se paran en nuestro tiempo, monarcas

Del imaginario nuevo, invaden la ciudad

Como tejiendo pentagramas de melodías nunca inventadas.

Monarquía sin reyes, monarquía acéfala,

Monarquía alada de colores frágiles astrales.

La monarquía de las mariposas bate sus alas

Con la ansiedad propia de la magia inadvertida

Llevando sus castillos ligeros a las paredes de

Los rascacielos, mientras ríen en su jerga.

Ríen y pintan el oxígeno de campos y selvas.

Porque saben que nuestro mundo es de ellas.

Porque saben que nuestra alma

Tarde o temprano volverá a ellas.//

Aerodynamic

For fear, for the most fearful sadness

I cried one day my whole life away,

My entire heart away as if I was bleeding

Naturally in and out. In and out.

My heart a humble apple inside a paper bag.

And I got lighter, lighter just right then.

As I kept on crying just like a thorough flood

My skin turned into leaves, feathers and air.

Windy air, witty air replacing blood, replacing flesh.

And guess what, I then floated as a little tearful cloud.

A huggable colorful cloud with some water left.

Eyes like baby sparrows, hands like silly jellyfishes

As I floated, making the atmospheres my shelter.

Feeling the atmospheres my own shelter.

I met soon my own windows top

And the surface of my own house’s roof.

And this new perspective bouncing in front of me

Like brand-new fireflies just showing up into the world.

One step upon, one step upon the air.

My air becoming the secret letters between Moon and Sun,

And their kisses during dawn and noon.

In this awkward mixture of distress and dreams

I could say I was happy.

I could.

But who really knows.

Perhaps truth is as weighless as I was.

Perhaps truth is as weighless as I was.//

Ave María

Virgen que celas la polvorienta estela que deja

mi vestido azul en el camino de tierra,

declamo por ti, soy yo la que reposa

en el trigal fértil de tu pureza, y llora

con el sacrificio de sus manos rompiendo tallos secos,

rocas, todo, con tal de que a mi lado

camines. Y siembres amor.

¡Oh, Virgen, mi andar trastabilla en la peor

de las inclemencias, en el peor temporal!

Dime si es ésta la purga final de mis pecados.

Porque amé a un hombre al que di

todas mis tiaras, las de papel, oro, sangre.

Al que di todas las cosas que en este mundo valen

para ti y para mí. Pero no para ellos.

¡No para ellos, Virgen Santa!

Espejo de las hadas, de la feminidad

perfecta e inmaculada, ellos no saben.

No saben. Y aniquilan vidas minúsculas

entre sus dedos mientras les hacen el amor.

Madre, si he pecado, fue de inocencia.

Si he pecado, fue de inocencia.

Házme bailar sola, reina de los cielos femeninos.

Házme reinar en mi propio metro cuadrado

de aire, que siento no es mío,

que siento me han emponzoñado como si yo fuera

Lucifer, un haz de fuego encarnado en el infierno.

¿Quién me niega el aire, Reina de Pureza?

¿Quién es, Virgen María?

Por tu hijo, dímelo, por la savia infinita que derramas

sobre los labios cristianos infudiéndoles

la gracia, dímelo.

Él aún cela mis pies y mis caderas como objeto de su

deseo. Él aún hace rígidos mis pasos

como los de un gigante. Una serpiente obligada a

reptar en su vientre. Vientre árido. Infértil.

Y si tú eres dueña de la vida armónica

al lado de Dios Padre, te ruego liberes mi alma

que cuelga de mis pechos

como señuelo cruel de la oscuridad.

Virgen, no me abandones.

No me abandones ahora que mi cuerpo yace,

embotado, preso de este vestido, embotado

bajo el sol inclemente de verano.//

Burbujas

Hoy me siento frágil, frágil

como un arco de papel retando a la

tempestad de ventarrones acuáticos.

Una pequeña taza de té no me haría mal,

un poco de campos de girasoles

y tu abrazo así como quien no pide nada,

ni espera nada,

pero tú llegas y te escurres entre mis

pequeños sueños

y me abrazas.

Puede ser que se repartan por el aire

en mil trozos equivalentes

mis esperanzas en relativa estancia,

en inarmónica presencia. Y me haga

frágil, frágil, y me acurruque en un rincón

oscuro, oscuro, recordando en lo que creía

de chica, los monstruos de lodo y ceniza

y las lágrimas sin motivo alguno.

Sin motivo alguno.

La gente cree aún en esas cosas, en ese

retornar de la debilidad en noches, en días

sin nadie que se siente a la mesa

a comer contigo, ni nadie

a quien contar la anécdota del barrio.

Y haciendo burbujas de jabón

me sentí como una de súbito, me sentí parte

de un frágil mundo de cosas infantiles,

cuerpos de películas delgadas y aire.

Hoy que desperté con los ojos entornados

a mi cuerpo, y descubrí escamas rojas

en mi piel, y pies demasiado pequeños,

demasiado pequeños como para seguir caminando

por calles empedradas, poco amigables.

Muy poco amigables.

Somos nosotros que con la mirada frágil,

como hilillos de plástico, espuma, agua destilada

engendramos cosas débiles de temple,

pequeñas, pequeñas que se pierden.

Así como una mujer jugando a ser niña.

Así como yo hoy

cuando le dije al desconocido que iba a mi lado

en la micro

me siento frágil

y él me dijo

sin dejar de mirar por la ventana

me dijo

yo igual.

Yo igual.//

I Jump

Salto en el empedrado
como en un juego de mesa. A veces
en círculos como en un reloj.
A veces en mitades como la puesta de sol.
Salto como un mirlo en busca de su
gusano matutino. O algún rayo de luz
para volar a su árbol favorito, ahí
mismo donde van a para todas las sensaciones
de una ciudad que despierta.

Salto en el empedrado
cuadro por cuadro, uno por medio,
en diagonal, vertical y para atrás.
El movimiento es libertad pequeña,
hegemonía mínima de un pequeño sueño.
Caminito amarillo o señalética disparatada,
salto en el empedrado
como si se tratara de jugar al luche
y así buscando llegar al cielo, salto.
Salto.//

Soberbial

La soberbia genera seres solos.

Cogí mi mundo que dejara en una tarde

tibia de invierno en tus manos, cogí mi mundo,

te arrebaté mi mundo para fugarme

con mis amantes de fantasía y papel

lejos de ti.

Trémula pensé en mi vacío.

Trémula pensé en mi soledad

a la que me lanzaba con la avidez de un zancudo

a la sangre, la sangre negra, el velo negro

del estar sola.

Sola, la soberbia genera seres solos,

mujeres solas que crean figuras de plasticina a partir de

desvelos, entre sábanas ásperas, entre pensamientos

áridos. Porque aún lo recuerdas a él

cuando miró en tus ojos mintiendo

sobre lo que en realidad veía.

La soberbia genera seres falsos, mentirosos,

mentiras elaboradas sobre mi belleza, ahora

su piel clama a otra, ahora

sus brazos llaman a otra, ahora

su ego se hincha gracias a otra

mientras esta ave sola, este búho mercenario

se hace misántropo de cuevas vastas

donde en un vaivén van sus sueños,

donde en un vaivén de aires pielágicos

va su cuerpo.

Resquebrajado. La soberba resquebraja.

La soberbia nos mete el dedo en la boca

si de amores se trata. Trasvasija memorias

en función de un bienestar secreto, egomaníaco.

En realidad nunca quise desnudarme, en realidad

no quería parecer la niñita asustada ante los monstruos

en los que se convirtieron mis poemas.

Yo solo quería hacerte saber que tu soberbia,

que mi soberbia dejó el cráter en nuestra relación

endeble. Cráter y miserias desparramadas que tú

nunca quisiste mirar para no nublar

tu cara feliz, tu cara tranquila.

La soberbia genera seres falsamente alegres,

decías que estabas tranquilo, y la ecolalia de tus frases

entonces llegaba a mis oídos solos, absorventes.

Pude haber llorado más de no haber sido

por mi soberbia. Por las mujeres que me tomaron

de la mano, que atraparon

mi caída en volutas de recuerdos.

Hermana,

hermana,

hermana,

retoma tu camino, mujer silente,

mujer soberbia,

retoma, avanza.

Ave, retorna, planea, avanza,

repliégate, avanza.

Corre, canta, avanza

Pero no olvides. Nunca.

Nunca olvides nada.

Porque esa es tarea de hombres.

La nuestra es mantener nuestros pianos cantando

Nuestros. Pianos cantando.//

The Gazed Nudity

Desnuda frente a un hombre.

Y aunque mil capas de hierro, de hiel

Te cubran y disfracen la piel,

Aún te sientes ínfima, vulnerable.

Mírate reflejada en el alero del tiempo

Y decide si esto es desidia, teatro o lujuria,

O simplemente un acto inocente de seda

Acariciándote el rostro

Y prometiéndote eternidad.

Solo es una conversación. Solo palabras.

¿Cuál es la diferencia entre el susurro

y la calle atestada de gemidos

cuando la mano de un hombre sella tus labios?

Desnuda, translúcida. Comulgando con el aire.

La mirada que en altavoz

Saca a relucir la mujer que eres, quebradiza.

Lo intrigante y sencillo de tu contorno reticente.

Desnuda frente a un hombre. Quién lo diría.

Palabra y confesión de una vida prematura,

De un amor precipitado por astros fugaces.

Por gotas de sal y maniobras sencillas en una cama.

Y aunque solo sea una conversación,

Y él no más que tu verdugo confesor,

Tu piel de mosaicos solo quiere encontrar

La pieza faltante.

El enigma sobrante.//