Wednesday, July 7, 2010

Feliz


No proverbies al viento,

me dijo un viejo en una plaza.

Nunca proverbies.

Siempre gasto mis risas diarias

entre multitudes, así nadie me oye.

Así nadie se da cuenta.

Pero él me vio con ojos crisálidos

y sonrió a mis sombras como a las suyas

y me prestó su pañuelo para enjugar mis lágrimas.


Y durmió y nunca más pude despertarlo

A pesar de las mil palomas blancas

que tiraron de su pelo cano para levantarlo.


Pero luego de eso nunca más

proverbié al viento, y nada ni nadie

cambió mi mundo.

Y muchas cosas fueron buenas.

Me sentía bien dejando retozar

mis preceptos al sol aunque se me volaran.


Pero hubo alegría prendida a mi sombrero

en cintas de colores,

y siempre hubo a alguien a quien querer.

Y dejé mi vida bailar con el universo,

y pensé en ser feliz aunque no

hubieran pistas, aunque nadie me pasara

la enciclopedia de las respuestas.


Y nunca proverbié al viento.

Y siempre llevé flores a la banca donde el viejo

seguía durmiendo

como un ángel borracho.//

Sincro


Baja al nivel donde residen

todas las cosas desnudas

para poder dibujarlas entre la piel

y comprender en el sencillo comprender

las nieblas en verano.


Niños observantes de cómo

se incineran las tinieblas

miran y cantan como fugitivos

de conceptos y palabras: son inocentes

entre las nieblas de otoño.


Baja al nivel donde residen

todaslascosasdesnudas.

Atrévete a mentirme. Atrévete a mentirme.

Desafíame hasta que se me abran llagas

en la mente por tus palabras en ántrax.

Y toca el cielo que te espera en una caja

cubierta de nieblas de invierno.


Y si llegas a la niebla de verano

(distinta por sus burbujas de sol

entre líneas vaporosas)

sube al nivel donde residen

todas las cosas eclipsadas.

Contrasta aires, mira a los niños

que ya no debaten colores, solo ceñan.


Y atrévete a mentirme allí,

Pero ya no soy igual bajo la luna

en primavera.

No. Y quizás quieras regresar

pero debes seguir. Confía.//

The Discovery Channel


Instead of tripping, instead

of slipping over skin surfaces

I tried to manage fire with bare hands

as a deliberate game with scissors,

as greed.


Creo que no resultó la danza

y como que deslicé mis ánimos bajos mi pies

medio muertos, medio imanes,

y resulta que me encuentro, boca abajo,

con realidades dispersas,

cosas que nunca creí ciertas.


Open your eyes.

Nothing's like you thought it would be.

It can be even better, though.


Las cosas toman las formas de

hojas corriendo tras abejorros en fuga.

Tú lo sabes, lo sabes bien.

Resultas complejo a la luz de mi confesa aura.

Y no sé por qué, la extrañeza nunca fulguró

en mis ojos distraídos.

Te miro con ojos de niña descubriendo

estrellitas pequeñas.


Nunca dejaré de quererte.//

Bis



Anclada a una melancolía

de esas anchas, de esas

que te hacen levantarte a las

tres de la mañana por un té con miel.

Y anulan la posibilidad del alba.


Se resiente al filo de las rocas

el propio orgullo de la entereza.

Y el rostro amargado, porque esta melancolía

es de esas en que el rostro se conjuga,

se empuzzla para dejar la impresión

de catacumbas internas

llenas de lumpen y vandalias sin sangre.


Oh, una melancolía de esas

basta para dejara un cuerpo flaco

sin sueño.

Para dejar un cerrojo más sin vuelo nocturno

donde buscar la manera de encajar

en tanta vida enferma de angustia.


Anclada a esa melancolía,

a la memoria siempreviva

de ese mismo rostro pidiendo perdón,

es entonces que devoro toda clase de

estribillos retóricos y sencillos,

las veces de tibieza bajo el mismo sol

e intento simplemente

el verde de la sonrisa.


La misma.//

Coming

Se descubre primigénica bajo la lluvia

de sábado las manos abiertas

de tu propia inconsistencia.

Quiero ser polvo de estrellas,

pero solo me alcanzan los restos de sol

en el bolsillo junto a vidas bizarras

y trozos de papel.

Castillos en invierno al horizonte

como enrejado pétreo de los ojos.

Y basta subir la frente para saber

que no parecerás Ícaro ni con tus

alas de plástico, ni en el fondo

de mil plegarias al alba.

NO HAY SALIDA EN UN AFUERA.

Pero, ¿sientes?

Hay poca lluvia, pero suena a campanitas.

Cruzan la piel gotas ámbar, y su canción

es la batalla interna del imaginario.

Aún no ofrezco mi alma a nadie,

¿podré ser yo, entonces, una partícula,

un ápice, un rayito, un destello

de la estrella que destinaron para mí

al nacer?

Despierta y siente.

Despierta y siente.

Despierta y siente.

El Reino yace dentro

Su Reino habita en el inserto.//

Monday, July 5, 2010

Peces



Peces que devoran nubes se estacionan

en la mitad de plazas, entonces

es el aire la mitad de dulce, la mitad

de disponible.

Con canastas hay que salir a buscar

la posición correcta para respirar.


Y reiteran su nombre en filas simétricas

tiempo, luz, poca luz, directriz.

Que si tomo su mano entonces, pienso

¿quién me irá a decir algo?

En mi garganta guardo cuanto valgo

y decido ofrecerles a los peces mi alma

a cambio de un segundo de buscar esas manos,

esa mirada y ese abrazo por puro instinto.

Por puro instinto.


Los peces se contentan con el alma áurea y rotosa

al retorno. Los peces cantan al sacrificio.

Y no clamo madurez al siniestro, sino

la falsa entereza de las cosas a las que llamamos

enamorarse.


Y tenía que cruzar la ciudad, fríos sureños

y ejércitos narcisos en medio de

la pobreza de almas de los que duermen en plazas

sin posibilidad de señuelos, pobres, pobres.

En un tren se captura la épica del vértigo,

y yo solo esperando ese beso

me dejo llevar por la alegoría del silencio.


Sentía que él me decía que lo buscara,

como quien siente una sombra tras sus pestañas.

Al lado de una polis quemada, al perpendio

debía estar él con su traje de viernes

y sus brazos en perpetuo enlace con mi

poca dulzura flotante en mi cuerpo distante.

¿Y, saben? Él no estaba. Su vida yacía al lado

de cientos de tumbas de mariposas.


Oh, las cosas juegan con el predeterminio,

me dije, y yo que creí

que estaba hecha para ser feliz.

Ya casi no quedaba aire allí, el cielo

lucía agujeros de harapos y llovía pena,

y la pena me mojaba el pelo y lo teñía de blanco.


Los peces custodiaban la muerte, y la mía

era la caída del telón inevitable en esos lares.

Besé la tumba de ese hombre y la tierra

que cubría el abismo de la muerte fea.

Y los peces esperan mi alma,

los peces esperan mi alma,

y yo lloro como atrayendo muerte,

pero no deseo llorar, así como no deseo

vivir en mortandad desierta.

Yo quería morir por un abrazo.


Y luego los peces con sus bayonetas

de escamas azules y sal y algas y cielogris

se acercan y sin mirarme

me dicen que mi alma vale mucho, aunque

indigesta,

y poco arrebolada.

Lo último que vi fue algo moverse

en la tumba de mi amado

para finalmente nublarme completa

a los pies de un pez.//

Cosas



A veces la vida no fue buena

con mis pobres zapatos de taco alto,

ni con mis medias, hábitats adversos

y mucho alcohol por ahí, tantas invitaciones.

Déjame que te cuente.


A veces las miradas se volvían agraces,

me sentaba en mi cama con el alma

estirada en el suelo, y la contemplaba,

sus pequeños agujeros, ya remendarla

me causaba náuseas.

Y a él no le importaba.


A él no le importaba. Me dibujaba

barrotes en la cara, mi cuerpo

era una cárcel de carne viva.

Pero era más fácil lavarse la cara

todos los días con falsos seños

y un beso mezquino antes de irse a trabajar.


Oprobio e incerteza. Me preguntaba si había

fantasmas cerca, en la cama, los vecinos

de al lado, todo me acusaba y me daba un miedo

sencillo. Esos son los peores, porque la fuente

duerme en tu cama. Respira tu aire

y consume tu amor pálido.


A veces la vida no fue buena

con mis manos vacías, descuidadas.

Déjame que te cuente.


Porque espero no seas tú igual a él.//