Monday, October 8, 2012

Premeditados





Si te doy algo de mi dulzura
me deja temblando el viento por dentro
de comisuras del alma.
No siento lo perdido,
sino que gano el mundo
en un segundo
de duda sostenida,
de niebla escondida
en los párpados,
un beso
a los ojos.

Un caminar se da sobre plantíos
de nubes rojizas que juegan
en las mejillas,
en las orillas de un cuento
al oído en un intento
de armar el universo de nuevo,
de nuevo,
en remolinos,
de nuevo,
danzar de nuevo
en triples intensos,
cuerpo, alma, espíritu,
esbózame el momento
de tu mano en mi cintura,
atrapada por tus voces,
varios besos
a los sueños.

Si te doy algo de mi dulzura,
que tiembla la tierra completa
bajo mi pequeño reino de hormigas,
no se siente perdido,
la confusa alegría,
los cielos incendiarios,
los versos legendarios
de dos segundos al oído.
Lo perdido, lo dolido,
ganado de un soplido
de amor nocturno
en el pronto asombro
de un beso
a los encuentros
de a poco
entre movimientos
simples y enamorados
intentos
de paraísos.

Bien pequeños.
Pero nuestros.//

1 comment:

Melvin Pointdexter III said...

Así es. Por muy pequeñitos que sean, son nuestros paraísos, donde siempre pasan las cosas más maravillosas, y eso es porque estás tú ahí... :)


Lov.