Si te
doy algo de mi dulzura
me
deja temblando el viento por dentro
de
comisuras del alma.
No
siento lo perdido,
sino
que gano el mundo
en un
segundo
de
duda sostenida,
de
niebla escondida
en los
párpados,
un
beso
a los
ojos.
Un
caminar se da sobre plantíos
de
nubes rojizas que juegan
en las
mejillas,
en las
orillas de un cuento
al
oído en un intento
de
armar el universo de nuevo,
de
nuevo,
en
remolinos,
de
nuevo,
danzar
de nuevo
en
triples intensos,
cuerpo,
alma, espíritu,
esbózame
el momento
de tu
mano en mi cintura,
atrapada
por tus voces,
varios
besos
a los
sueños.
Si te
doy algo de mi dulzura,
que
tiembla la tierra completa
bajo
mi pequeño reino de hormigas,
no se
siente perdido,
la
confusa alegría,
los
cielos incendiarios,
los
versos legendarios
de dos
segundos al oído.
Lo
perdido, lo dolido,
ganado
de un soplido
de
amor nocturno
en el
pronto asombro
de un
beso
a los
encuentros
de a
poco
entre
movimientos
simples
y enamorados
intentos
de
paraísos.
Bien
pequeños.
Pero
nuestros.//
1 comment:
Así es. Por muy pequeñitos que sean, son nuestros paraísos, donde siempre pasan las cosas más maravillosas, y eso es porque estás tú ahí... :)
Lov.
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