La princesa arregla pequeñas combustiones de burbujas
a los pies de palacios de gobierno
y torres desnudas que se agitan al viento
vigilando cada segundo.
Ella se viste de mañanas nubladas
y de rastros de estrellas para mirar a los ojos
a quien desee ser desprendido del aire.
Y sin flores penetra los portales anegados
de bestias sin alma que se visten de gente
solo para insultar al que pasa desprevenido.
Si convierte este trazo de voz en plenilunio
quisiera verla mentirme sobre el silencio
con sus mejillas encendidas
y su candidez de alma en pena.
La princesa sabe que mucha luz
aturde los corazones, que hay heridas abiertas
que no deben ser vistas por ningún antecesor,
pero se las arregla para regalar en vasitos
un sol personal y una lluvia portátil
para cuando haga falta, replica con gracia.
Para cuando hagan falta.
Y la princesa que no es princesa, porque no luce
belleza heredada ni castillo ni corcel,
pero sí es princesa porque su reino es más grande
que todas las palabras de los poemarios juntos,
corre siempre tras quien quiera admirarla por breves segundos
para luego preguntarse si es verdad
el instante mágico de alegría inesperada
que ella le acaba de regalar
solo porque sí.//
Main aim. But who knows.
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