Mi propia intriga, mis argumentos
caleidoscópicos volcados hacia
una sola catacumba,
llena de herrumbre despropósita
y el alma como bolsa depósita
de flores sobrealimentadas de color.
Oh, el desconsuelo de lo irrecíproco.
Han pensado en la tragicomia de luces sin retorno,
de butacas vacías, barcos varados en las nubes
que no recuerdan de dónde embarcaron?
Y cuanto más se busca, menos se encuentra.
Recuerdo el alba prima y no concibo
mis vestidos sin el brillo del primer paseo
bajo la lluvia de mayo.
Y siempre es así.
Mi propia intriga, mis propios
argumentos sedicentes volcados hacia
universos más allá de comunes
entendimientos.
Y candados entrelazos guardándome
el corazón.//
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