Estornuda mi alma frente a
los tambores ajenos de corazones
tan distantes, tan distintos.
Repleta la piel de preguntas,
¿cuántas magias has guardado para el invierno?
Si entre cristales recién se vislumbra
tu valía, ¿quieres que te abrace entonces?
No me digas en la ciudad
se consume todo en piezas de fuego.
Que no, no quiero creer que el sol brilla
solo para los poetas más abyectos
en sus madrigueras.
Porque me gustan tus galaxias, aunque
pequeñas y un poco mudas, me gustan
sus escondrijos brillantes, ¿es ahí
donde residen tus confesiones?
Y al borde de la banca de una plaza
estornuda mi alma de nuevo
frente a carnavales distintos a lo distante.
Y siendo ya invierno
comparte tus magias conmigo
mientras tras tus ojos se forma tu primera
verdadera
pregunta.//
No comments:
Post a Comment